domingo, 26 de octubre de 2008

Motivos

No me gusta la calle "Y", no se, simplemente ya no me halló a gusto al transitar por su pavimento. No se que sea, tal vez sean los anuncios políticos en donde se puden ver sonrientes rostros de aspirantes a la presidencia gritándome desde los muros para que vote por ellos. Esos rostros que me hacen pensar nuestro país, hundido en una dictadura apoyada por el pueblo, llevado de la nariz por delincuentes que solo nos consolidan como uno de los países mas arrodillados del planeta. Me hacen pensar esos rostros, en el otro bando, en esa guerrilla que se dedica a crea campos de concentración en las selvas. Tal vez sea eso, no lo se.
O tal vez sea la señora Elvira, esa señora que vive en la ultima casa de la calle con sus tres hijas, y con el recuerdo de su esposo desaparecido por una de esas fuerzas que llaman descaradamente oscuras, cuando se pasean a las vista de todos, y hasta hablan por televisión, precedidos por el himno nacional. Definitivamente no ahí peor ciego que el que no quiere ver. La señora Elvira es muy pobre e intenta obtener algo mucho mejor para sus hijas. En mas de una ocasión les ayude con tareas y trabajos, encontrándome con niñas nobles y llenas de amor por su madre. Cuando la mayor curso el bachillerato, la señora Elvira me pidió el favor de hablar con ella, pues quería trabajar a pesar de haber obtenido una beca para sus estudios superiores. Hable con Milena y la persuadí.
Hace un mes me entere de que desapareció en una marcha, por levantar su voz en contra de las injusticias, por decir no mas a tanta barbarie para con el desvalido. La señora Elvira esta destrozada, el mismo flagelo dos veces, inaguantable. Sin embargo la ultima vez que hable con ella, me dijo con los ojos bañados en lagrimas: Aun de esto no puedo desistir, por que aun me quedan dos razones para luchar. Salí rápido de su casa por que el nudo de la garganta aumentaba de tamaño y las lagrimas en los ojos no tardarían en salir. Las niñas tienen 14 y 12 años. Tal vez sea eso, no lo se.
O tal vez sean sus casas adoquinadas al estilo colonial que me hacen pensar en esas épocas en las que aun no tenia cuerpo ni alma propios, en esos tiempos mas allá de los siglos en los que mi existencia real, apenas se estaba proyectando en un cuerpo con alma propia. Esas épocas en la que yo me repartía por el mundo en mil ideas, mil proyectos, dos mil ilusiones. Talvez sea eso, no lo se.
Pero tal vez, solo tal vez sea, que allí vive la que ya no vive para mi pero por la que aun vivo yo. Tal vez sea eso, creo no saberlo.


Alexander Mendoza

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